Juegos de sonidos
Se pueden generar sonidos extraños con la voz y con elementos cotidianos de distintos materiales. Esconder la fuente proveniente del sonido, y jugar a descubrir de qué se trata, puede ser un momento de asombro para el niño. El canto, el arrullo y la narración oral son otras formas que permite el sonido para vincularse afectivamente desde distintas emociones e intenciones; cantar a su hijo o inventar historias a su lado son formas de contemplación y generar lazos de confidencia y armonía.
Combinación de las anteriores
Los escenarios de juego pueden ser muy potentes y asombrosos para los niños, si mezclamos en una sola experiencia varias de las sugerencias (y otras que se le ocurran a los padres). Por ejemplo producir sombras o reflexiones sobre una estructura liviana que sea la “guarida” del niño, en donde haya además elementos para dibujar, haya música de fondo y el padre o cuidador esté contando alguna historia relativa a los elementos que están en la escena.
En cualquiera de los casos lo más importante es dejar que el niño sea, en algunos momentos querrá jugar solo, en otros en compañía de sus padres o cuidadores, en unos querrá tomar acción, en otros simplemente contemplar lo que sucede; es importante propiciar tipos de momentos variados y respetar las decisiones del niño (si estas no son caprichosas).
Por último, el ingrediente fundamental por parte de los padres para recrear cualquier escenario de juego, es el amor y la intención de vivir el momento presente de la manera más divertida, contemplativa y tranquila posible. De rienda suelta a su imaginación y disfrute en familia de otros mundos posibles.